Hoy me sorprendiste. Llegaste sin avisar. Te ví y me asusté y cerré la puerta. Mi primera reaccion fue que me harias daño y sin determe a analizar la situacion te cerre la puerta en la cara. Me acorde de tí dos segundos despues, y al ver en mi memoria esos ojos gigantes que brillaban y me miraban abri la puerta de nuevo, pero ya no estabas. Fueron dos segundos, y ya te habias ido. Dos segundos y ya eras sólo producto de mi memoria. Abro la puerta todos los dias con la esperanza de volverte a ver y perderme en esos ojos que no olvido.
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